sábado, 31 de mayo de 2008

XXVI

Adentro
La visión es absoluta
Afuera
Varían máscaras y poses
En éste el teatro de la vida
Danzan bestias inusuales
Hoy
El enorme blanco me consume
Tan grato como decirlo todo
Es callar, y para siempre
Ayer
Carnaval fanfarria
Pero ahora el silencio es comunicativo
Se abren edificios y naipes
La isla es nuestra isla
De soñadores resguardo
Adentro
Encuentro esa fe casi en el olvido
Polvo y ancestral canción
Monasterio y silogismo
Y también afuera
Como caleidoscopio
Fusión de carne y verso
La rosa de tu orgasmo
Ideas como líneas paralelas
Saltan color sombra azucena
Nuestro grito es el mundo
Crugen hueso y madera
Sedación y caída
La plenitud es nuestra.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XXV

DESDE LA BAHIA

A Viña del Mar

I

El mar y yo
Hermanos como el arcoiris
Allende la luz
La broncínea belleza
El susurro el vaiven el azul
Soy ola soy arena
Y pienso
El mar es la patria de los que pensamos
Y encuentro
Que el mar y tu
Son ideas perennes.

II

Entonces
Bramaba castigaba la playa
Esculpía nuestras vidas
Y decía
Turquesa perla esmeralda
El mundo me decía
Argonauta león estrella
El canto nos cobijaba
Era todo un beso.

III

La primera figura
Es el oráculo el inicio
Luego viene el círculo
Que pintamos afanosamente
Entonces
Asistimos a la ceremonia
Colofón y cosmos
Mi amor es poema.




IV

Esta es mi alma
Esta es el agua
Y el espejo
El vasto espejo
Incrustado en la playa
La playa generosa
En imagen en palabra
Por eso digo
Lo que digo cuando digo
Que ésta es el agua y el espejo
Y a lo mejor estoy diciendo
Polvo y espejismo
Pero qué importa
Si lo que importa es mirarse
Mirarse para encontrarse
Encontrarse en el agua del espejo.

V

Belleza
En todas partes belleza
Si titubea este canto
Entiende: es el compás del mar
Nunca quebranto
Pausa melodía cisura
Suprarreal andamio
Silencio combate silencio
Y tal como el mar
Se desenvuelve mi alma
Porque en esta Viña
Los frutos son interminables
Como la belleza
Por siempre belleza
Luna marea creación
Superado el vacío
Escucho el consejo del mar
La respuesta de los astros.

VI

A un paso
Orgullosa palmera es torre
En ella habito
Afuera llueven voces máscaras luciérnagas
Personificaciones ensueño arquetipo
Variaciones
Sobre una misma musa
Podrás imaginar
Podrás sentir
Y eso es lo grandioso
Ahora observa
El blanco vivo
Color sinuoso opulento
Montaña y ladera
En la piel en el amor
Es más hermoso el paisaje
Movimiento en el reposo
No esa vana inercia
Es el mar el vals
Electrónica arena
Fluye la palabra
Se agita mi sangre
Puedes imaginar
Verás también la diosa
Que entra este instante
Y sonreirás
Como me sonríe ella
Adivinando el motivo en mi mirada
Aceptando la llama
El calor la insistencia.

VII

Marina
Te beso en el sol en la arena
En el tórrido enjambre de ilusión compartida
Y te digo soy mar eres marina
Se apodera de ti el color la música
El ritmo
Que sólo el iniciado entiende
Y bulle el plasma
Pululan flores mariposas
Se prolonga el azul
Del mar que soy
Cuando eres marina
Deseo
Hallado el motor
Se intuye el mecanismo
Se configura nuestra órbita
Marina
A partir de tus ojos
Puedo reconstruirte toda
Y en el mar amarte.

Adentro
Es también afuera
No límites
Poesía versus frontera
La Poesía es como el mar: de todos
Es la Vida misma es amor es arte
Sí, huracán
Claroscuro viajante lo divino
Sí, estrella
Convergen luz y sapiencia
No duda
Sí afirmación voluntad victoria
El sentimiento es trueno
Trin trin tran tran
Elea ilie laondre
Mía lúen lua-estela
Tun turún tan tirán
Coleóptero y romeneya
Lura gazeia
Mi corazón es libre
Lin ilieni astreia
Nada nadie podrá ser limi
Pues limi no existe fuera de Rimeia
Por eso dulce flauta astreia
Tin tan lae-lien-lan
Trin tran trin tran
Lira enamora maeia
Y lirima doma mi liruma
Lirán dirán lorando
Del tren trin tran
Trin-trín, tran-trán
La pluma es centella
Ráfaga lirífula armaneia
Del caos Cosmos
Augusta leia
Poema
Trin tran trin
Tron trin-trán
Campanario
Laberinto
De la lin ilieni astreia
Maeia lirindi laurani
Llegan larentes
Limani neria
Area es marea et fabri
Astrén lirén astreia
Trin tran: poema
Mi mente: fábrica de estrellas
Por eso juega milea
El disco de oro es celeste
Cuadriga o unicornio
Y me tomo la Luna
Me la tomo entera
Enteramente limi rimi aleia
El limi de Rimeia
Sin estados sin bandera
Es generoso el amor mío
Universal como el poema
De este tren-trin-trán
De este surco de astreia
Vienen vuelan las imágenes
Te encuentro, oh madre, te alejas
Te entierro, maestra,
Te recibo hija mía
Ánima
Astreia
Gaia es mi maia mi ley mi ilieni astreia
Se abren los sarcófagos
Sonríe de Jung la calavera
¡No escapas!
¡No escapas a limi rimi aleia!
Soy, y soy más, soy él soy ella
Ánima
Trini trani treia
Mi mente: fábrica de estrellas.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XXIV

¿Libre o encadenado?
Juzguen ustedes
El ritmo el sendero
La avenida de límites difusos
El suave tableteo de las letras
Como ráfaga fantástica,
La iluminación (las iluminaciones)
Lo variante de las órbitas
La forma de la lucha
Candela y oasis
Afloran o se expelen
Fáustica nodriza
Semilla de forma imperfecta
Yo creo libre, libre, libre
Como las posibilidades en el pentagrama
Ustedes dicen prisionero...

Hablarán los árboles las piedras
De esa Libertad
Que ustedes no imaginan.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XXIII

Ven, ámame,
Ven minina ámame
A-ma-mi-mu-mi
Ma-mi-ma-mi-me
Ma-ven, ven pronto
Y ámame en verso sicario
En verso de contornos difusos de sentencias ocultas
En verso de jabalinas y escudos derretidos
De ma-mu-ma-mi-ma-ne
Vene-mana-mene
Ámame y veme
Ven, vente,
Canta esa estraña sinfonía
Que sólo los iniciados reconocen
Y ama, ama, ama
Sinuosa reptílica dama
Gatúsica felínica en cama
De cristal, ven,
Ama.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XXII

Este poema es cura
Y confesionario
Catarsis sacerdote
Psicoanalista monje
¿Qué sabes?
Yo sé
Que no sabes
Y que
Mi espíritu es lucha
Voluntad anhelo
Alma de ángel, cuerpo de bestia
Me aniquilo me protejo
Sublime mundano
Lo más alto lo más bajo
Y es una constante
En mi vida el optimismo
Una cierta fe sin fundamento
Cierta creencia en la bondad de las cosas
Cierta tendencia a mejorar lo hecho
Por eso digo
¿Qué sabes?
¿Qué sabes de mis encías sangrantes
De tanto masticar espinas?
¿Qué sabes de mis ojos,
De tanto horror presenciado?
¿Qué sabes de mi miedo a la muerte
De mis temores más profundos
Del Hado?
Y crees que entiendes
Te digo: no lo haces,
Nadie ha podido,
Pues soy, no soy, soy a veces holograma
Idea estatua bandera libros
Himno sentencia estandarte
Escudo de los oprimidos
Refugio de los olvidados
Y el que se crea tanto
Que crea que me entiende
No sabe a lo que viene,
Por eso esta confesión
Esta hilera de amores:
Al ritmo a la vida a la justicia
Y este bosque tan variopinto
Pese al orden de cada árbol
Esta vida tan caótica
Pese a su obsesiva construcción:
Soy viajero porque me gusta estar quieto
Sólo que no puedo descansar en sitio alguno
Soy idealista aunque sea científico
Y prefiero lo que debe ser a lo que es,

Por eso digo
Nuevo Orden

Puede ser cascada
Cántico angélico
Resurrección
Y detrás se oculta
Un hombre que sufre
Que sólo es amado por instantes
(Cuando la Musa baila y aconseja)
Una frágil enfermiza criatura
Que saca poder de no sé dónde
Un sibarita al que le tocó ser soldado
Tenaz y creyente
(Creo en el Futuro, en el ser humano)
Por eso digo que prefiero
Platón a sagrario
Rosas a espinas
Verdad a tinieblas
Por eso digo que te quiero
Que los quiero a todos más sensibles
Tolerantes y poéticos, violentos no más,
Intelectuales amorosos, egoístas jamás,

E insisto esto es pura confesión
Acaso petición
Vaya uno a saberlo
Lo cierto es que duele
Pero puede ser modificado
Este mundito que sin ser divino
Entre más humano más hermoso.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XXI

Jugando
Andan
Yo no ando
Voy
Sé donde llegar
Otros van rimando
En mí va brotando
Espontáneo lo rígido antaño
No censura non canon
Ya sé que es un peligro
La cuasi anarquía literaria
Pero bueno, ahí voy
Ahí vamos
Mientras otros recrean paisajes
O fingen amores
Nosotros simplemente somos
No aparentamos
Sabemos donde vamos
Y mientras otros van trazando planos
Esto sale al tiro y sin problema
Jugando no ando
Esto es escribiendo
Amando
Al mando
De humanos de verdad
Que no andan posando.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XX

Antes soñaba
Ahora reflexiono
¿Y qué sino el arte
Puede desatar estas cadenas?
Oh Libertad oh energía
Vibra el Logos me seduce
Centellas, fuego mi alma
Y qué y cuándo y dónde
No importa,
Nada importa
Ahora que reflexiono
Las hojas en otoño
Carcajada y llanto
Conciencia y neurona
Son elástico devenir
Intento de Infinito.

Oh infinito intento
Este mi devenir elástico
Neuronal conciencia
Lloriqueante sonrisa
Primavera en Invierno
¿Importa? Nada
Ahora sueño
Que reflexionaba.

Hilo y madeja
Fantasma esta fiesta
De nictámbula irática
Demi-mari-landi
Sin ser hereje ardo
En la hoguera infame
De los idiotas
Y alzo una mirada suplicante
Aquél Omnipotente acaso me socorra
Y la bilis se hace sangre
Pluma en letanía

Se va limando el verso....
Y muestran caninos vampirescos
Sabuesos de Caín esos cretinos
Mientras fríe frita la flama filiforme
Por favor ayuda a-yu-da-mé
Vuelta tras vuelta
Asado literario
El ése este
Sufriente rugiente
Pero hasta el final Poeta
Y parece que obran los milagros
A pesar de la estulticia la imperfección del mundo
Y en nárica láurica estárida
Venzo véncito vencedérrimo
Vini vidi vinci y cini divi nivi
Las cuerdas se fracturan
Extraña lluvia aflora
Parto es el mismo cielo
Placenta de níveos matices
Agua acuífera acuosa
Forma un arcoiris
Y avanzo
¡Dios, avanzo!
Y enmudecen los demonios
Se confunden las arpías
Celeste atronadora Justicia
Hace polvo sus corruptos huesos
Y soy Libre
Líbero
Andante andariego
Sin cruces sin guillotinas
Lejos de los paredones
(Lejos de todo tipo de muralla)
Música altárica como decíamos
Tántrica lándrica heurística
La-ri pandi mandi, lari-lallea
Alado alífero alándico
Volante volando
Trepo las nubes
Llego más lejos
Oh infelices bestias
Déspotas y avarientos
Ya despierta el Alma
Y el Alma quiere más,
Aspira a más
Estos escombros tristes
Sólo son reflejo
De marmórea dizque civilización
Más bien barbarie que aniquilaA sus propios hijos.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XIX

A Bolívar político

“Político”: cuánto imbécil ostenta este título.
Cuánto ladrón, cuánto malhechor, cuánto engreído.
No: de ésos miserables huye la Gloria.

Tú sí supiste ser político,
Y supiste pensar en grande.
¿Qué habría sido de nosotros,
Los Hijos de América,
Si tu Sueño hubiera sido el Nuestro?

¿Dónde estaríamos si se hubiera concretado
Esa Idea que fue tu obsesión?

Ahora se erigen monumentos
(megalíticos, cinematográficos)
Ahora se arrepienten los estadistas
De tan poca visión tan poca gratitud
Y en vano te ofrendan coronas de flores...

¿Qué habría sido si...?
Ése es nuestro gran interrogante,
Ésa es la gran herida en nuestro cuerpo

Pero nos diste una esperanza.
Señalaste un camino, Bolívar,
Y nos dirigimos con Fe al Futuro.

Como ciudadanos de América y del Mundo
Entendemos que la grandeza no se alcanza con las armas
Sino con Amor, con Libertad, con Tolerancia.
Nosotros, seres humanos ante todo,
Sabemos que la Bondad no tiene fronteras.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XVIII

A Bolívar hombre



Por fortuna no pierdes tanto tiempo
En carnaval en comparsa:
Esos juegos no son para inmortales…
Lees
Mientras los demás sólo saben divertirse.

Luego viene el matrimonio.
Inútiles bailes
Efímeras sonrisas…
¡Oh la Vida y sus puñales!
En poco tiempo la amada
Parte sin más
Al País del No Retorno.

No faltan los amigos, pero tampoco
Las falsas condolencias
Los gestos hipócritas.
¿Qué harás, viudo prematuro?
¿Cumplirás tu promesa?

Llegan los años de campaña. Eres joven y ambicioso. ¿Sientes envidia de Miranda? ¿Traición? Sólo tú lo sabes, Simón. Sólo tú puedes arrepentirte desde donde estés, mientras al noble prócer lo encadenan, mientras vuestro ejército se desperdiga y huye.

Demasiado ingenuo.
¿Por qué no aprendiste, Simón,
A distinguir a los aduladores?
¿Por qué no apartaste a los cuervos
Habiendo tantos búhos en tu América?

Fogoso, apasionado.
Cartas, libros, mujeres
Desfilan por tu tienda de campaña.
Un poco más de disciplina, Simón,
No habría permitido que almas viles
Usaran contra ti y contra América
Comentarios malintencionados.

Y en la cúspide faltó organización, faltó humildad, faltó concordia.
Ay de ti, Libertador,
¿No supiste o no pudiste?

Demasiado tarde has visto
La pérfida garra que creías mano amiga.
Los colegas se han vuelto buitres.
Ruines y egoístas los supuestos caballeros.

Pero no, Simón, no era
Solución el camino que escogiste.

Ya te veo, desencantado. Se suceden arengas, lágrimas, frustraciones. La Idea cada día más lejana.

La batalla de los discursos más difícil que la de los sables.

Y si alguna vez sentiste envidia,
Multiplícala por cien y hallarás lo que sienten
Los que planean contra ti atentados,
Los que eliminan a tus partidarios,
Los que te persiguen te calumnian...
A esos abominables no los nombro,
Y ojalá la Historia opaque su brillo
Conseguido a despecho de la Unión.

Ahora cabalgas solo, ocultándote, huyendo. Ocasionales aliados te ofrecen posada. Por doquier un espía, un asesino, una turba de ignorantes demostrando su bajeza.

¡Pobre hombre! Fuiste generoso y te devuelven injurias. Perdonaste, muchas veces perdonaste, pero ellos no perdonan ni siquiera a tus amigos: Sucre, el entrañable, cae asesinado en Berruecos.

Y tú, desterrado de la tierra por la que tanto trabajaste.

Ay de ti, Libertador.
Con ingratitud se paga el sacrificio.

Ahora lo sabes, cansado y enfermo, sin más posesión que tus recuerdos. "Hemos arado el mar", te lamentas, tísico y abandonado de tus propios hijos, de tu propia América...

Pero vibra en ti la esperanza, aún vive en ti el idealista: "Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro". Un puñado de íntimos te escucha. Tu pequeño y frágil cuerpo de hombre, debilitado por mil tormentos, es ahora una masa inmóvil.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XVII

A Bolívar héroe


Qué tonto el que canta
Al poder de tu espada:
No fuiste guerrero,
Tu lucha era otra
Elevada.

Qué ignorante el que imagina
Homenajes venias en tu camino:
Odio dificultades celos
Atrajo tu grandeza.

Te imagino sufriendo por nuestra América humillada, escuchando al gran poeta y aprendiendo del maestro. Quieres cambiar las cosas. Los sueños sueños son: pero motivan.

Aprendes y meditas. ¿Cómo lograr el imposible?

Otros lo han intentado,
Y España ha respondido:
Crueldad es la política del Imperio.

Pero no estás sólo:
Están el políglota valiente
El sabio hombre de Dios
El científico humanista.

Empieza la epopeya:
Cadalso y bayoneta.
Un tirano feroz, brutal:
Sangre, asedio, hambruna;
Caen héroes y ciudades.
Al científico le regala España
Un puesto en el cadalso.
Al cura le adelantan también el Paraíso.
El políglota prueba
El amargo sabor de las cadenas.

Balas, no cerebros:
Reconquista es Holocausto.
(La barbarie también se dio en tu tiempo).
Obstáculos, obstáculos. Pero la experiencia te ha enseñado a ser paciente.

Desnutridos, harapientos, huérfanos,
Verdaderos héroes.
Surgen los libertadores.

Agradezco a éstos tus hombres
Más que a tus generales.
Ellos no tienen estatuas,
No están sus nombres en la Historia...
Pero de ellos es la Gloria.

Avanzas con estos justicieros. Mal armados, desprotegidos, pobres. Y el dragón español, hastiado de robo y matanza, contempla con desdén a tus valientes.

Santos varones, santas mujeres,
Una Idea en todos ellos.

La Utopía contra el Monstruo,
América contra el Imperio.

Bolívar caudillo.
Bolívar esforzado, convencido,
El fuego rival no te detiene
No te turban las vicisitudes
No te amedrenta la Muerte...
Sólo temes que continúe la opresión

Avanzas con tus héroes
Se tambalea el Enemigo

Poco a poco la Justicia
Arrebata a la Violencia
Los tesoros de un pueblo.

Ahí estás. No te quedas lejos. No usas catalejo. No te resguardas.
Ahí estás. En el mismo centro. Acompañando a tus compañeros.

No eres un estratega. Eres un idealista.

Barreiro maniobra. Tú avanzas. El militar contra el humanista.

¡Oh belleza de la Vida!
El ilustrado vence al sanguinario,
El hombre derrota a las armas.

Caen amigos. Rook, que abraza tu Idea con el mismo fervor que a su bandera. El llanero, el hombre de páramo, el campesino: aquéllos a quienes saludaste ayer, hoy ofrecen horrenda mueca al cielo.

Nuevos desafíos, nuevos generales contra ti.
Pero ahí donde hay incertidumbre y tinieblas
Brilla la Voluntad para darte la victoria.

Y el camino continúa.
Del Atlántico al Pacífico
El Imperio se desmorona
Y es nuestra Libertad un solo grito.

Libertad, qué palabra más amada.
Libertad es Dignidad.

Se van borrando siglos de matanza, de opresión.
Mil lenguas silenciadas por la Bestia
Te bendicen ahora, Bolívar, mientras cabalgas.

Mientras avanzas por América
Te acompaña el espíritu de los ultrajados.

Tu gloria es la venganza
De aquella que vio degollar sus hijos.
El nieto del indígena azotado
Doblega al nieto del tirano.

¡Libertad!

A tus órdenes triunfan
El hijo del paria, el hijo del esclavo.

Cada campo es revindicación.

Allí donde la Cruz se impuso con amenazas
Los chamanes nublan la razón de los conquistadores.
Allí donde fueron quemados libros y herejes
El fuego justiciero consume los cañones.
Allí donde fue violada la nativa
Gritan ahora tus cobardes enemigos.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XVI

Preciósula
Avánzula fémina
Océano octágono
Fuentísula de prístinas
Acuífenas y algánulas
Cómo no voy a quererte
Cómo no voy a mirarte
Si tu corpúsculo broncíneo
Es cántico apolíneo
Ángulo cìclico
Séxulo clarìsimo
Cómo no voy a gozarte
Aunque sea imaginando,
Amazónica herética
Melífica rolándica
Haciéndote
Deshaciéndome
Pintándote
La carístina blanquífica
Y soñándote
Como si estuviésemos soñándonos
Y claro, claro, claro
De-am-bu-lan-do
Allende los mares
Cadencia de timbales
Juego de paciencia
Como algo gris y grave
Cayendo
En acompasado desgaste
Hasta sentir
La tiríntica orgàstica
El orgánico retruécano
La rítmica delicia
Y todo es rosa, rosa, rosa,
Todo es color de rosa
En tus senos erectos como pirámides
Como tu geométrico altar de ninfa
Tu cintúrica argéntica.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XV

Deslízate
Mandrágora avioneta
¿Océano acaso?
No creo
No, creo
Yo creo
Tú creas tú crees
Mientras te deslizas
El lápiz se hace ládin
Ladinen linien lieren
Poema loema loelia
Verbo verlo viento
No creas que no lo crees
Porque es evidente:
El azar el caos la chispa
Tiene también un orden
Por eso es necesario
Caminar un poco para llegar más lejos
Lalinar un lolo lala leniar las leilos
Como la serpiente
Que asfixió toda estructura
Y conciliar
Pues no es cosa de bandos
Sino de sentimiento
Por eso lees-leri-elio
Buscando ser libre
Y estás en lo cierto
Desplegándose la algarabía
Una caravana de dialectos
Inunda la playa blanca
Y coloniza liza liza
Encanta canta canta
Larín clarín clareio
El alma aspira a más
Mucho más
Glo-ria-can-tan-los-querubes
Mientras ríe ríe ríe
El ángel caído
Y puede levantarse
Puedes levantarte
Y ser más
Ser lo que quieres
Cuestión de honor
Amar
Crear
Poemas besos leri-lerium
No permanecer
Sino Ser
Holo-bardo
Eclecto-poeta
Dinámico
Laelo de línlipes
Línlipe de laelos
Oe-ae-íe
Apolo sonríe
Y estás tú,
Jugando mi rol de Líbero
Subiendo
Bajando
Izquierda
Derecha
Fenómeno
Tenóneno
Fe-lino
Fén-ix
Acaso mañana
Sea un mejor mañana
Ahí estarás para saberlo
Y sabrás cuánto hiciste
Saber si libre fuiste
¿Fuiste libre?
No olvides: poesía es cambio
Y sí, nuestra Fuerza es el Arte
Palabra y Obra
Eso es el Arte
Cambiar
Cambiarte.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XIV

Más fuerte que nunca,
El poema es fuego rodante
Se rompen los cristales
Caen armarios y muros
Se oye la Palabra.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XIII

Estoy
Donde soñé y soñaron

Estoy
En un cielo donde el beso es perenne

Se perpetúan caricia y abrazo
En el aire la danza
El amor es cierto

Bailo, salto, vuelo
Mientras el sonido evoluciona
Se establece y desvanece
Como cola de cometa, en destello
Que aviva la luz de la Conciencia.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XII

Amiga, sabes que te hablo
Así habites otros mundos, otras latitudes

Percibo el calor de tus labios, de tus manos ansiosas
Así andemos por senderos antagónicos

No creo en tu muerte, no creo en tu partida

Sé que estás aquí, como siempre,
Con ese mismo rostro bueno y luminoso,
Animándome a vivir, a ganar la batalla.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

XI

Incluso la derrota es menos triste,
Perdemos y ganamos, qué importa,
Se pierde cuando se gana
Se gana aunque se pierda,
Nunca es absoluto el fracaso
Estando en el solar de la memoria

Recuerdos, infancia
Renace el hombre, y con él el mundo
Perdiendo, ganando
Termina siendo un lindo juego

Camino y el pasillo es solitario, aunque habiten multitudes
El aliento me falta, pero voluntad me sobra
El Ser continúa, continúa, continúa

Y entiendo la victoria sin presunciones,
Sin vanidad, sin soberbia:
Igual se han hecho sacrificios


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

X

La mente camina
Voy tras ella apurado
Superado el dualismo sólo queda lo Divino
En esta canción que llaman Existencia

La ausencia de duda es el Signo

Nunca más sombras ni luz de artificio:
El Gran Teatro dejó de ser un mar de dudas

La mente corre
Trato de llevar su ritmo
El caleidoscopio es insuficiente
Para ilustrar lo bello de la marcha:
El Tiempo es ilusorio, pero existe
En el amplio resumen de los días

Claridad, conocimiento
El baile es innombrable y sumario

Un gran círculo, la Vida
Y cien, mil, millón de círculos
Se entrelazan, se aman, se suman las ideas.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

IX

Que espere la lluvia,
Que esperen mar y sirena

Viajo hacia adentro

Que se escuche el susurro
Y se vea la aurora

El mundo es amplio

Es pura la imagen
A través del recuerdo.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

VIII

Confuso entre cardos y roca
Trataba de beber la arena del desierto

De espaldas a la luz, me debatía
Entre el miedo y la violencia

Ahora no hay culpa
No hay presión ni pesar

Marcho seguro hacia la Luz.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

VII

Sabrá Dios dónde llueve
Mientras me abandono a tus caricias.
La prudente montaña optó por el silencio
Y la noche misma es un mar de estrellas.

Veo tus ojos buenos, ojos buenos de mujer honesta
Ese rostro valiente que destila justicia
Y me siento bien, en la azotea de los tiempos,
Contemplo el oro que buscaron alquimistas
Ignorando el poder del silencio
Nadando entre notas como plumas
Despertando al soñar que sólo entienden los poetas.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

VI

Ahora, Resplandor
Fulgurante mi alma no vacila, no espera, siente
El amplio rugido de la Luz, no importa
Más que el furor que se lee entre líneas
Esa, aquella mirada de estrella
En el ancho final de los principios
Y voy, voy sin vacilar, sin esperar: siento
El púlpito o el pálpito, la colmena
Es dicha que se aproxima velozmente
Grandioso inicio de tiempos finales
Como asomarse al estanque y no encontrarse, sino ver un mundo que se abre, un mundo que busca abrazarme y fundirse conmigo, como las aguas que se mezclan, las aguas que se aman en el vasto Océano
Juego y sé que ganaré la partida
Río, selva, tormenta
Son ahora Resplandor,
Libertad sin nombre.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

V

Todo es felicidad cuando se llega
Y el alma es jardín y estrella,
Burbujeante amor que todo llena
En cálido andar, marea...

El puerto me saluda

Presiento el alarido
De las hábiles gaviotas
Presiento el baile de los buques
Presiento el beso de mi amada

Vuelo y soy mástil, vela,
Barca leve, sin anclas

El mar, el mar y yo, el mar y ella,
Bello corazón, burbujueante amor que todo llena
Y el alma es jardín, playa, estrella

Amo y soy feliz,
Todo es felicidad cuando se llega

Nado y soy delfín, lobo de mar, ballena
Mi piel un gran abrazo
Al Océano inmortal que me consiente

Llego y soy Uno con el mundo,
Soy hombres, mujeres, tierra,
En cálido andar, marea...

El puerto me recibe

Desfilan peces e ilusiones
Desfilan musa y acordeón,
La certeza de estar aquí, allá, en la cima.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

IV

Atrás quedaron
Aventuras, desengaño
Trenes, tormentas
Juego y mascarada
Primero no creía en el amor
Luego opté por ridiculizarlo:
Me preocupaba la estupidez de mis amigos, ese trance en el que parecían perderse, esa postura de títeres sin cerebro...
Luego entendí (creí entender) que el amor no existía, pero se podía hacer
Ahora veo, ahora entiendo
Y amo, amo, amo
Y es mi vida de amor destello

Pero no, no el triste amor de los balcones
Donde se ofrenda lujuria y desenfreno;
Tampoco el amor limitado de los que no conocen
Mucho menos el discreto, bizarro amor de los burgueses
Ni el perverso carnaval de los neuróticos...
Atrás quedaron
La fatuidad, la hipocresía de la época
El frío otoñal de las formalidades
Amo la música, porque es alimento
Y amo el amor que es humano paraíso,
El amor del que hablan poetas y teólogos
Libre ya
Del fino entramado de mentiras
De las amantes esporádicas
De las posesivas duraderas
Voy bien, sin cadenas

Insultos y rechiflas: no me importan

Tampoco me importan los sermones
Ni las coerciones religiosas

Atrás quedaron
Aventuras, desengaño
Trenes, tormentas
Juego y mascarada
Ahora se preocupan mis amigos, con sus mujeres voluptuosas, vampirescas
Ahora se preocupan mis amigas, con sus hombres opulentos, arrogantes
Y creen que no creo en el amor...
Pero ellos se engañan
Se hieren, se ignoran, se ultrajan
Y creen que aman

Así como dicen amar al prójimo
Maldicen al pordiosero
Así como dicen amar la vida
Visten pieles, secan ríos, talan bosques y hacen bellas casas
Y me preguntan, angustiados: <<¿Por qué no amas?>>

Pero ya lo dije, no me importa

No me importa el caudal de las calumnias
Ni la reprobación (oculta envidia)

Atrás quedaron
El juego de intereses
Los préstamos, las transacciones
El falso amor de las mayorías...

Mis amigos, mis amigas: actores consumados, seductores, egoístas
Pero no: yo soy “el malo”, porque soy político
Mis amigas, mis amigos: infieles, desleales, descarados
Pero no: yo soy “el malo”, porque no uso antifaces

En todo caso, ¿qué sabrá de amor quien se emborracha
Y amanece inmerso en polvo, besando un rostro anónimo?

Gracias a Dios, soy poeta.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

III

Algunos callan,
Voltean la cabeza,
Se van corriendo...

A diario hace la Muerte su trabajo

Ayer se reunieron veinte,
Hoy quedan doce,
Mañana habrán quedado
Tachados los nombres de la lista negra

Colombia se desangra y no lo advierte,
¡Hay tanto actor llevando la batuta!

A diario hace la Muerte su trabajo

Salen los estudiantes, no sé si vuelvan

Algunos callan,
Voltean la cabeza,
Se van corriendo

No se habla de “temas espinosos”,
Todo es fútbol y modelos

Ayer eran novias,
Hoy son viudas,
Mañana habrán llorado
En las tumbas de sus hijos

A diario hace la Muerte su trabajo

Discursos, fanfarrias...retórica pura...
Allá, en la selva, los secuestrados gimen
Y limpian sus heridas, esperando

Bonitas las fotos de los estadistas
Hermosas consignas las de los terroristas

A diario hace la Muerte su trabajo

Las fieras del monte dinamitan y ultrajan,
El gobierno lleva un rumbo incierto,
Los lagartos pululan en los clubes,
Uno agradece el no estar muerto
Algunos callan,
Voltean la cabeza,
Salen corriendo

Abundan cerveza y bailarinas
Escasean mentes, corazones

Puñales, pistolas, sierras
Manejados por demonios
Anheladas por oscuros vengadores

A diario hace la Muerte su trabajo

Explosiones, traición, desierto

El Congreso, nido de víboras
Buitres en las alcaldías, en los ministerios...

Algunos callan,
Voltean la cabeza,
Salen corriendo

¿Qué nos queda? Creer

Un país escucha atento

No callen, no se vayan

Tengan fe, llegará la hora
Del fin de los lamentos.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

II

Calles, acantilados
Un sueño a la deriva
Casas y rostros anónimos
Soledad, presagio

Busco una dirección
Pero sólo encuentro flechas
Señales equívocas
Letreros oxidados

Me castiga el sol del mediodía
Pero es otro el canto, es otra la tristeza

Gritos, anuncios, bocinas
Pero jamás hay música

Sólo queda sentarse
Detenerse, dejar que los otros envejezcan,
Dejar que los otros ignoren la belleza,
Dejar que los otros suden, compitan, se agredan

Quiero ser feliz, y eso me basta

Y sé que muchos quieren ser felices

Por eso me gusta el río, ajeno a los motores
Por eso me gustan los jardines que colorean el pavimento

Alguna vez lloré, pero no fue suficiente
Alguna vez alcé mi voz, pero sólo obtuve más violencia

Sólo quiero hallar
Una vida en paz.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

I

Miro atrás, y la persiana
Es ya alegre mariposa,
Los cactus son rosales,
La espada yace y es vasto el horizonte

Jugué al azar, pero supe ser metódico
Y ganó la bondad, ganó la hermosura

Poética o catarsis
Me envuelve y me libera
Arroja cetros y cadenas

Miro atrás, y encuentro amigos
Aún entre las fieras de antaño:
Los inquisidores son palomas
Los belicosos son corderos
Y es amplio el azul en mi alma

Supongo que ése es el cáliz
Del que me hablaron locos y maestros
Del que todos alguna vez oyeron

Dinámico es el remolino
De los besos, las caricias

Poesía es Plenitud

Siempre reirá la campana
Relincho de caballos y lujuria
El pueblo es el mismo en todas partes
Pero ya no soy el mismo.

David Alberto Campos V, Plenitud, 2008