sábado, 31 de mayo de 2008

XVII

A Bolívar héroe


Qué tonto el que canta
Al poder de tu espada:
No fuiste guerrero,
Tu lucha era otra
Elevada.

Qué ignorante el que imagina
Homenajes venias en tu camino:
Odio dificultades celos
Atrajo tu grandeza.

Te imagino sufriendo por nuestra América humillada, escuchando al gran poeta y aprendiendo del maestro. Quieres cambiar las cosas. Los sueños sueños son: pero motivan.

Aprendes y meditas. ¿Cómo lograr el imposible?

Otros lo han intentado,
Y España ha respondido:
Crueldad es la política del Imperio.

Pero no estás sólo:
Están el políglota valiente
El sabio hombre de Dios
El científico humanista.

Empieza la epopeya:
Cadalso y bayoneta.
Un tirano feroz, brutal:
Sangre, asedio, hambruna;
Caen héroes y ciudades.
Al científico le regala España
Un puesto en el cadalso.
Al cura le adelantan también el Paraíso.
El políglota prueba
El amargo sabor de las cadenas.

Balas, no cerebros:
Reconquista es Holocausto.
(La barbarie también se dio en tu tiempo).
Obstáculos, obstáculos. Pero la experiencia te ha enseñado a ser paciente.

Desnutridos, harapientos, huérfanos,
Verdaderos héroes.
Surgen los libertadores.

Agradezco a éstos tus hombres
Más que a tus generales.
Ellos no tienen estatuas,
No están sus nombres en la Historia...
Pero de ellos es la Gloria.

Avanzas con estos justicieros. Mal armados, desprotegidos, pobres. Y el dragón español, hastiado de robo y matanza, contempla con desdén a tus valientes.

Santos varones, santas mujeres,
Una Idea en todos ellos.

La Utopía contra el Monstruo,
América contra el Imperio.

Bolívar caudillo.
Bolívar esforzado, convencido,
El fuego rival no te detiene
No te turban las vicisitudes
No te amedrenta la Muerte...
Sólo temes que continúe la opresión

Avanzas con tus héroes
Se tambalea el Enemigo

Poco a poco la Justicia
Arrebata a la Violencia
Los tesoros de un pueblo.

Ahí estás. No te quedas lejos. No usas catalejo. No te resguardas.
Ahí estás. En el mismo centro. Acompañando a tus compañeros.

No eres un estratega. Eres un idealista.

Barreiro maniobra. Tú avanzas. El militar contra el humanista.

¡Oh belleza de la Vida!
El ilustrado vence al sanguinario,
El hombre derrota a las armas.

Caen amigos. Rook, que abraza tu Idea con el mismo fervor que a su bandera. El llanero, el hombre de páramo, el campesino: aquéllos a quienes saludaste ayer, hoy ofrecen horrenda mueca al cielo.

Nuevos desafíos, nuevos generales contra ti.
Pero ahí donde hay incertidumbre y tinieblas
Brilla la Voluntad para darte la victoria.

Y el camino continúa.
Del Atlántico al Pacífico
El Imperio se desmorona
Y es nuestra Libertad un solo grito.

Libertad, qué palabra más amada.
Libertad es Dignidad.

Se van borrando siglos de matanza, de opresión.
Mil lenguas silenciadas por la Bestia
Te bendicen ahora, Bolívar, mientras cabalgas.

Mientras avanzas por América
Te acompaña el espíritu de los ultrajados.

Tu gloria es la venganza
De aquella que vio degollar sus hijos.
El nieto del indígena azotado
Doblega al nieto del tirano.

¡Libertad!

A tus órdenes triunfan
El hijo del paria, el hijo del esclavo.

Cada campo es revindicación.

Allí donde la Cruz se impuso con amenazas
Los chamanes nublan la razón de los conquistadores.
Allí donde fueron quemados libros y herejes
El fuego justiciero consume los cañones.
Allí donde fue violada la nativa
Gritan ahora tus cobardes enemigos.


David Alberto Campos V, Plenitud, 2008

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